Citylifenov05.indd

"Lanueva
pirámide"
Sólo lo útil, lo práctico, lo tangible vale. Ésta parece ser la filosofía que impera en nuestros tiempos. El pensar, analizar o razonar cada vez es más ajeno a nuestra forma de vida. El mundo de las pantallas ha contribuido en gran parte a esto. Con la instantaneidad de la información, se nos ha hecho una especie de flojera mental, donde lo que buscamos es que nos la den digerida, en forma fácil y rápida. Entregados a la vida práctica, no tenemos tiempo ya de asimilar y analizar qué opinamos acerca de lo que vemos; nos deshumanizamos, comenzamos a ver lo trágico como trivial y ligero. "La televisión genera un nuevo tipo de ser humano" nos dice Giovanni Sartori, en Homo Videns. Frente a esta super información, no tenemos tiempo de hacernos las preguntas importantes de la vida, sólo nos importa saber cómo está infl uyendo al mercado. Por lo tanto, como la humedad que calladamente se fi ltra, nuestros valores han ido cambiando.
Antes, según San Agustín, los valores que habían predominado en la historia eran en orden de importancia los siguientes: Imagínese una pirámide. En el pico hasta arriba se encuentran los valores espirituales, en seguida los éticos, después los estéticos, continúan los científi cos y por último ¿Qué era lo importante?
Valores espirituales Lo trascendente, lo
posibles, como la pintura, la música, la con el más allá. Este puede tener varios Valores científicos, como los descubri-
Valores éticos Como la honestidad, la
generosidad, la justicia, valores que el Valores utilitarios Es decir, lo material,
Valores estéticos La expresión de la
por sí mismos, sino por su utilidad.
POR: GABY VARGAS
ESTILODEVIDA>>
A lo largo de la historia, éstos habían sido los valores que movían al hombre. El problema al cual ahora nos enfrentamos es que éstos se han invertido. La pirámide está totalmente al revés. La base grande y pesada de los utilitarios se encuentra hasta arriba. Los valores éticos y espirituales, que anteriormente se percibían como los más importantes, ahora los tenemos hasta abajo, con la heroica intención de sostener el gran peso de los que los oprimen. Lo económico, lo material, lo práctico se ha convertido en el valor supremo. Hemos endiosado el confort, el bienestar, el poseer todo lo que se pone de moda o marca un status. Asimismo, hemos centrado la pasión en el trabajo, sin embargo carece de un sentido profundo, como si fuera una droga. Muchos de nosotros, trabajamos a marchas forzadas, por lo cual hay una respuesta en el organismo. Al ir arrastrando la corporalidad, cada vez es más frecuente recurrir a pastillas para dormir, e s t i m u l a n t e s q u e n o s tranquilizan o nos levanten, como el cigarro, el alcohol, o el Prozac. siguiente valor en importancia: el científico. La tecnología nos ha desbordado. Hay autores que afirman que en los últimos 50 años han habido más inventos que en toda la historia. Quizás movidos por la idea equivocada de que entre más avances tengamos, más felices seremos. Por lo cual vivimos en una angustiante carrera por poseerlo todo. Compramos una cámara de video, una agenda electrónica, una computadora, para al poco tiempo Los valores estéticos han cambiado en su forma de expresarse y percibirse. Quizás los antiguos griegos no los entenderían; sin embargo se mantienen en medio de la pirámide tratando de cumplir la tarea de balancear Los valores éticos se han vuelto relativos. Lo que vemos a diario llega a convertirse en normal. Los puntos de referencia son ahora lo que sale en la televisión. Los valores amenazan no ser más los que transmite la mamá, o los que se aprenden en los libros. Según las estadísticas, un niño en edad preescolar ve seis horas de televisión diaria, con un promedio de dieciocho asesinatos al día. Por lo tanto, no es de extrañarnos que la violencia haya aumentado. La parte más angosta y débil actualmente la tiene los valores espirituales. Éstos parecen no tener lugar en el mundo del

Source: http://www.cityclub.com.mx/store/resources/CityClub/CityLife/Noviembre2005/EstiloVida.pdf